Valentía sincera
Me gusta
comprobar que sigue existiendo gente sincera y valiente en el mundo, más aún si
esa gente está a mi alrededor y forma parte de mi vida.
No siempre es fácil
encontrar el modo de explicar las cosas, de pronunciar las palabras en voz alta
sin tener un poco de miedo del efecto que pueden causar, de liberar de una vez
por todas ese peso que sientes sobre tus hombros o que te oprime el pecho o te desborda la cabeza
(incluso cuando sabes que lo que vas a decir tiene sus correspondientes
consecuencias).
Por eso me
alegro de que hayan personas que traspasan la barrera del miedo (por muy
complicado que a veces resulte), de la inseguridad, del “callar y dejar pasar
el tiempo”…personas que deciden que es mejor ser franco con uno mismo y con los
demás.
Es curioso
que en ocasiones la sinceridad de otra persona te haga sentir bien y mal al
mismo tiempo por partes iguales (normalmente una de las dos sensaciones
prevalece sobre la otra). En este caso, no tengo muy claro cuál es el protocolo
de actuación, aunque intuyo que probablemente sea procesar - volver a procesar -
reorganizar – procesar nuevamente – asumir.
En cualquier
caso, aplaudo a los sinceros y a los valientes, porque esas personas llegarán
lejos en la vida. Quizá ahora no lo vean, o no piensen que el ser así pueda
servir de algo hoy en día, pero en mi humilde opinión…el mundo necesita un poco
más de esas virtudes. Los que sois así, no lo perdáis ni cambiéis.
[El tiempo se
detuvo en un instante…la ironía se carcajeó frente a mí…]
[…tendré que aprender a reirme con ella…]
Siempre,
Day*
P.D: Dedicado a todas aquellas personas que se guían por sus convicciones, que se atreven a ser sinceras.
[Suena: Green Day- Boulevard of Broken Dreams]
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