Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2016

¿Qué te mueve a ti?

Imagen
Las ráfagas de optimismo son las mejores para mover nuestras velas con más rapidez o para darle seguridad a nuestras alas durante el vuelo. ¿Un ejemplo? Que suene el despertador un lunes muy temprano y en lugar de remolonear, salte disparada como un resorte para empezar el día con ganas…con muchas ganas. Considerar que hay algo más allá de las limitaciones que nos hemos puesto nosotros mismos no es tarea fácil, pero cuando se da el primer paso todo parece menos imposible. Obviamente hay factores que nos afectan directamente, tanto para frenarnos como para impulsarnos. A mí me mueven muchas cosas, algunas de manera tan intensa que me provocan vértigo… un subidón de adrenalina de esos placenteros.  Un consejo en el momento adecuado, un sentimiento que se escapa de los labios, una palabra de ánimo, una canción en acústico, la magia de una sonrisa, el beso de una mirada, el pellizco de una ironía o la caricia de un guiño. ¿Qué te mueve a ti? [ Ha vuelto a notar el pá

Último intento [en movimiento]

Imagen
[Crees que te estás moviendo. Podría decirse que literalmente estás dando un paso detrás de otro, pero… ¿de verdad lo estás haciendo?]  Y es que suele pasar… pensamos que sí, cuando en realidad es el resto del mundo el que se mueve y sigue girando. Mientras tanto estamos ahí, atrapados en un punto intermedio del que no somos conscientes hasta que un día algo explota para advertirnos de lo que está pasando. Entonces te asaltan a traición los cuestionamientos, las decisiones, las dudas…Te preguntas porqué estás aquí y no en otra parte, qué fue lo que frenó tus ganas, en qué momento te perdiste en aquel camino, dónde quedó tu fuerza de voluntad y en qué narices estabas pensando cuando decidiste darte por vencido o guardar en el cajón aquel recuerdo junto a los proyectos que tenías en mente. Fue como si hubiésemos pulsado el botón de piloto automático, como si hubiéramos anestesiado los sentidos, silenciado las palabras, escondido los sueños, olvidado el roce y los besos.

Detente y mira [pero mira de verdad]

Imagen
¿Qué hora es?... ¿Qué día es?... ¿Qué harás el fin de semana que viene?... ¿Y el próximo verano? Qué obsesión con pensar siempre en todo menos en este momento. Y es que tenemos la mala costumbre de vivir pendientes de horas, días, fechas (y aún peor…de expectativas. Pero de eso ya hablaremos otro día). Todo acaba girando en torno a la planificación de los próximos tres años antes de la lectura de una tesis, el cumpleaños de un amigo, la siguiente boda que toca, cuándo será el festivo más cercano para ver si hay puente…y así podría continuar enumerando eventos. Está claro que siempre los habrá, tanto si queremos como si no. El caso es que deberíamos de pasar menos tiempo pensando en lo que todavía no ha llegado y centrarnos más en disfrutar lo que estamos viviendo ahora. Porque el tiempo que pasa no lo recuperamos: llega, nos mira a los ojos para que le prestemos atención y luego se marcha. Así de fácil y rápido, sin contoneos ni tonterías. Puede que hoy sea el día par