[···...La Chica de Letras ...···]

Tengo el instinto animal a flor de piel. Sí, tal cual suena. Instinto felino además…ya sabéis, las cosas del carnaval…o simplemente una parte de mí que me apetece sacar a pasear. Puede que se trate básicamente de las ganas de arañar la madeja de contratiempos, de rozar la felicidad cual minino roza, zalamero, la pierna de su amo en busca de mimos y de maullar una y otra vez las canciones que llenan mis días. ¡Sacad vuestros instintos! No hace falta un día concreto, aunque si os ayuda, el sábado es un buen día para poneros capa, antifaz, sombrero o lo que se os ocurra. Dejad volar a vuestra imaginación. Yo me reencarnaré en minino por una noche. Miau. [ Ella entró apresuradamente en la habitación. Miró las fotos a su alrededor (incluyendo alguna que no debería estar allí). Sintió la nostalgia cavando un foso en su pecho. No le entusiasmaba la idea de pasar la noche de carnaval aquí, pero la idea de estar con sus amigos mejoraba radicalmente sus expectativas. Abrió

Los días de viento parece que tienen una esencia especial. Una parte de mí odia el dolor de cabeza y mi pelo alborotado todo el tiempo, mientras que la otra se siente extrañamente inspirada por esa “esencia”, ese no sé qué . Es como si se creara un paréntesis invisible en el que detenerse y dejar que la imaginación haga de las suyas. Y mientras esto sucede, se siente el aire frío en la piel al mismo tiempo que mis ojos curiosos observan las nubes que viajan sin detenerse, dibujando a su paso formas variadas en una gama cromática que va de azules a grises (no hace falta que diga que la música suena en los auriculares del teléfono, creo que eso ya os lo podéis imaginar a estas alturas). Voy a aprovechar lo atípico del tiempo a mi favor, por disfrutar de la vida un poquito más de lo que ya lo hago cada día. ¡Menuda semana se presenta! Sed felices todo lo que podáis…y más. [ Ella seguía garabateando en su libreta roja. Tenía tantas ideas simultáneas que no sabía cual