Columpios y consideraciones
Una de las
cosas que me traen buenos recuerdos de mi infancia son los columpios. No sé muy
bien por qué, pero me viene a la mente el momento en el que estás ahí arriba y
bajas de repente, sintiendo el aire acariciándote la cara y mirando cómo se
mueve el cielo al compás de tu vaivén...y se dibuja una sonrisa en mi cara.
Ayer por la
noche, en la playa, pude rememorar esa infancia (que en ocasiones me parece un
poco lejana), sin preocupaciones más allá de jugar y columpiarme. Evidentemente,
no negaré que las preocupaciones que tengo ahora son más complejas y que no las
puedo ignorar, aunque confesaré que por un instante ayer me olvidé un poquito
de ellas.
Después de
unos días complicados, estresantes, con mi inspiración académica fugitiva y
muchas cosas que considerar, ayer fue un día diferente y bastante sorprendente desde
que empezó hasta que terminó.
Y… ¿qué es lo
que lo hizo diferente? El que vayas a dar una clase a una de tus
alumnas y te den dos buenas noticias. Que sea el cumpleaños de tu madre e ir a
comer y celebrarlo a su lugar favorito. Ver a una persona a la que no esperabas
ver y que el tiempo vuele sin que te des cuenta entre palabras cuidadosas y
risas. El plan de playa nocturna que se les ha ocurrido a tus amigos y que
suena a diversión asegurada (excepto por los mosquitos).
Y… ¿qué lo
hizo sorprendente? Que las personas valoren tu trabajo y lo premien. Ver la
sonrisa de tu madre y su cara de concentración pidiendo tres deseos antes de
soplar la vela. Que la persona a la que no esperabas ver haga algo inesperado
que te haga sonreír. Que tus amigos te demuestren una vez más que son un pilar
fundamental en tu vida (y que jamás dejan de sorprenderte). ¡Ah! Y las llamadas inesperadas de madrugada (porque marcan la diferencia digan lo que digan).
Ahora, más
que nunca, con ganas de terminar el último trabajo y de empezar a vivir un
verano prometedor. Porque cada día es diferente y merece la pena vivirlo
intensamente.
[Ayer la
nostalgia me atacaba y yo no sabía cómo defenderme…]
[…hasta que
llegó una persona que la venció con la mirada]
Siempre,
Day*
P.D: Dedicado a todos y cada uno
de los que hicisteis posible este día diferente y sorprendente.
[Suena: Yellowcard - Light up the sky]
Bah!
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