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Mostrando entradas de noviembre, 2012

Veintiocho [segundos]

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Tantas piezas que colocar en este puzle, y sólo he podido colocar veintiocho. Una pieza por cada día que he tenido para observar con perspectiva y decidir su lugar. Veintiocho, número natural, compuesto, perfecto y triangular. Veintiocho, como los días que tiene febrero cuando no es año bisiesto. Veintiocho, como las fichas de ese dominó que no llegamos a jugar.  Y esta vez, hace unos días, por un instante se cruzó una mirada…apenas veintiocho segundos de transcurso en los que no pude sostenerla hasta el final. Las palabras se ahogaron en el fondo de la garganta junto con la valentía. El mundo perdió el sentido hasta que la realidad se impuso nuevamente después de detenerse. [*Silencio*] Creo que las respuestas a mis preguntas las contestó el silencio y aquella extraña mirada apagada y sorprendida al mismo tiempo. Quizá siga siendo necesario juntar al espacio, a la ausencia de palabras y al tiempo indefinido hasta que la fuerza de las personas se imponga por encima

Veintiuno [y los recuerdos]

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Recuerdos que intento contener en el cajón de los “no es el momento”, recuerdos que vienen en forma de sombras, como a contraluz de aquella ventana en aquel salón aquel día veintiuno hace unos meses. Qué curioso que precisamente hayan pasado veintiún días sin palabras , veintiún días a base de recuerdos que cruzan mi mente en cualquier momento, sin preaviso: en las nubes grises de todos los días que ha llovido durante las últimas semanas, cuando camino por la calle y encuentro piezas del puzle, en la almohada antes de dormir, agolpados en el techo en las noches de insomnio… [Y dijo él en un recuerdo: “ ¿Qué prefieres tú? ”] Veintiuno, un número natural, compuesto, defectivo y el sexto número triangular tras el quince y anterior al veintiocho. Para muchos es el número de la suerte, como en el Blackjack en Las Vegas. Los de espíritu más romántico dicen que veintiuno es el peso del alma. Para mí, veintiuno fue un día especial en el calendario, por todo lo que trajo co

Catorce [suspiros]

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Catorce versos son un soneto. Catorce fueron las propuestas que el presidente Wilson presentó el día de mi cumpleaños hace noventa y cuatro años. Cantaba Fito que catorce vidas son dos gatos. Me he despertado catorce días desde entonces, catorce días sin cafés que me hagan sonreír como antes. Y sé que está bien, que es como debe ser, pero es difícil mirar el vacío y fingir que no importa. Por eso lo lleno de canciones, de pensamientos y recuerdos, para que no parezca tan frío ni tan indeterminado. [Y dijo ella: " Si es que... en el fondo te entiendo "]  Hace catorce meses no pensaba que la vida podía cambiar tanto. Hace catorce semanas estábamos a 1200 kilómetros y años luz. Hace catorce días estábamos sentados resolviendo puzles existenciales con cafeína. Hace catorce horas estábamos durmiendo en mundos diferentes. Hace catorce minutos recordaba tu queja de que “como escribo tan abstracto…” y no pude evitar que se me escapara una sonrisa. Hace catorce segundo

Siete

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Siete días tiene una semana. Julio es el mes número siete. Domingo es el séptimo día de la semana. Siete son las maravillas del mundo. Siete son los pecados capitales. Siete son los enanitos que acompañan a Blancanieves en su cuento. Siete son las vidas que tiene un gato. Siete son las notas musicales, las que forman las canciones que me recuerdan a ti o las canciones que son banda sonora de mi vida. Siete son los colores que pintan el arcoiris, los colores que pintan mis recuerdos. Siete son los días que han pasado sin gatos, ni cuentos, ni pecados capitales. Siete los segundos entre un pensamiento y otro. Siete los minutos que he tardado en escribir y publicar estas líneas, en este domingo después de siete días. Hoy son siete. Y no importan cuantos más tengan que pasar, porque…¿quién sabe? La vida es impredecible (y confío en que pueda sorprenderme siete veces más). [Ella se detuvo en el semáforo y recordó lo que él le dijo en su último café. ¿Caminaría calle ab

Por ella

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Puede que esta sea una entrada diferente, pero tiene una razón de peso. Ella es una de esas pocas personas que aparece en tu camino y marcan un antes y un después en tu vida. Y te sientes inmensamente feliz de que forme parte de tu historia, no sólo por ser como es, sino porque te hace ser mejor persona. La conocí en un momento un poco complicado en mi vida y me reencontré con ella en un momento complicado en la suya. Desde entonces no nos hemos vuelto a separar y sé que nunca lo haremos, porque el vínculo que tenemos es tan fuerte que no podría romperlo nada ni nadie. Particularmente hoy, que es su cumpleaños, quiero aprovechar para desearle todo lo mejor, porque se merece que sólo le pasen cosas buenas y ser feliz. No me cansaré de darle las gracias por estar conmigo en lo bueno, lo malo, lo regular, lo surrealista, lo peculiar, lo (im)posible, lo curioso… Gracias también por enseñarme la importancia que tiene vivir cada momento intensamente, porque no sabemos lo que