La Chica de las Tres Décadas
A falta de las horas pertinentes,
pero de carácter oficial, puedo decir que la chica de letras es también la
chica de las tres décadas. ¿Pero cómo ha pasado esto?
[***Feliz***]
Una demostración más de que el
tiempo no corre, sino vuela, y que lo único que podemos hacer es no olvidarnos
de vivir mientras va transcurriendo sin esperar “momentos perfectos”. En su
lugar, debemos aprovechar todos y cada uno de ellos conforme se van sucediendo.
El ocho de enero se convierte
año a año en una masificación de buenos deseos, de demostraciones afectivas
increíbles y de un recordatorio de que hacerse mayor es genial cuando tienes a
tu alrededor a las personas que quieres para hacerlo. A fin de cuentas es lo
más importante.
Aprovecho estas líneas para dar
gracias a todas y cada una de ellas, a familiares, amigos que son familiares
porque así lo siento, compañeros y mi gente en general. Gracias a la vida por regalarme
lo más preciado, que es ese amor incondicional en todas sus formas y cantidades
posibles. Gracias, gracias y tres veces diez…gracias.
[Ella se levantó de la cama
medio atontada y se encontró prácticamente de frente con el espejo. Miró su
reflejo y reaccionó. Los años se amontonaban en su sonrisa, pero de momento no
había ningún signo de vejez en su corazón.]
Siempre,
Dai*
P.D: Dedicado a los míos, a los que casi me fundís el teléfono en menos de diez horas a base de mensajes en todas las redes sociales. Una vez más queda demostrado que las distancias no importan. Me faltará vida para agradecer tanto, pero me sobrará felicidad gracias a vosotros. Os quiero. [Y a ti más, que desde ahí arriba sigues cuidando tanto de mí como lo hacías cuando estabas aquí. Infinito.]
[Suena: Nickelback - "Don't ever let it end"]
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