Tiempo que se va...y tiempo que llega

Apenas cuatro horas nos separan del cambio de año. Tiempo que no retrocede, que pasa y no vuelve…y tiempo que llega para que lo disfrutemos y demos lo mejor de nosotros mismos. Porque cada día es una nueva oportunidad para hacer lo que queramos: reír, llorar, amar, perdonar, cantar, bailar, abrazar, besar, enseñar, aprender…en definitiva, es una nueva ocasión de seguir creciendo y de vivir siendo fieles a nosotros, a lo(s) que queremos y a lo que nos hace sentir bien.

He pensado mentalmente en mis propósitos, en lo que quiero mejorar y en lo que me gustaría conseguir. Este año no escribiré una lista, sino que teniendo firmes mis convicciones, me dejaré llevar hacia donde la vida me guíe (o mejor dicho…donde las estrellas guíen mis pasos).

Veamos si eso de renovarse funciona como tal o hay que pulir el término un poco. Aprovecho esta última entrada del 2013 para desearos todo lo mejor en los próximos 365 días. Sed felices y ya sabéis…a vivir cada día intensamente.

[En su habitación un año más por Nochevieja. Aún le quedaban unas horas de reflexión personal, aunque no quisiese pensar en nada porque sin duda ya había tenido suficiente en los últimos días. Sin embargo no pudo evitar observar su nueva lámpara (comprada el día anterior) como una especie de metáfora universal: nueva luz para continuar el camino con el comienzo de un año que será prometedor (ante todo, optimismo siempre).]


Siempre, 

Day*

P.D: Dedicado a todos los que formáis parte de mi vida, a mi familia, amigos y compañeros de viaje. En especial a mi barbero, a mi Popi, a los que estáis lejos, al as de picas, al de mi marcapáginas, a los que sonrien siempre (hasta al colorado :P)...gracias por un 2013 memorable. [S2]

[Suena: Daughtry - Waiting for Superman ]

Comentarios

Entradas populares de este blog

Como respirar

Sutileza del copón

Con ritmo propio