Voluntad hibernante
Cuando hemos pasado el
ecuador de la semana, a mi mente le da por pensar de más (y eso ya es decir…).
Puede que sea por la perspectiva del fin de semana cercano y de todas las
posibilidades que implica. No me hacen falta planes concretos, sólo las ganas y
ese punto de improvisación que tantas alegrías me ha regalado.
El invierno continúa
conmigo, pero los días parecer alargarse por ese sol caprichoso que quiere dar
un poco más de luz. Espero que sea motivo más que suficiente para que mi
voluntad se despierte de su hibernación y en consecuencia que mis madrugones
sean lo suficientemente productivos con todo lo que se me viene encima los
próximos meses.
Voy a ver si me dejo de
excusas, que ya va siendo hora de vivir menos dentro de mi cabeza y un poco más
fuera de ella. Porque aunque puede dar miedo, es la única forma segura de vivir
la vida plenamente.
[El reloj marcaba las ocho
y trece minutos cuando cogió su taza de té. Se dejó caer en el sofá y abrió el
libro que había comenzado a leer el día anterior. Conforme leyó la primera
línea no pudo evitar dejar los ojos en blanco y soltar una inmensa carcajada: “Sé que el romanticismo te choca, pero te voy
a matar a besos”. Y mirando al cielo, como si le hablara a alguien que
pudiera observarla, dijo: “No tienes ni idea”.]
Siempre,
Day*
P.D: Dedicado a los improvisadores profesionales.
[Suena: Ed Sheeran - "Sing" ]
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