Factor Sorpresa [Vol. I]

No quería dejar pasar la oportunidad de plasmar la huella que me ha dejado este fin de semana. Me he inventado este hueco para poder hacerlo, porque últimamente no he tenido tiempo de escribir tanto como me gustaría. Pero os garantizo que lo de hoy merece la pena.

El sábado fue uno de esos días mágicos, no sólo porque se casaron dos de mis mejores amigos, sino por la gran lección de amor que nos regalaron a todos los que tuvimos la suerte de acompañarles en ese día. Son una de esas parejas que empezaron sin hacer mucho ruido y que poco a poco se fue consolidando año tras año, incluso cuando algunos no apostaban a favor de su relación. El tiempo demostró que cuando los sentimientos son auténticos la vida se encarga de que sus pasos sean acompasados, el amor cada vez más fuerte y las vivencias inolvidables. Me cuesta expresar con palabras lo que se vivió hace dos días, porque fue mucho más que un enlace. Soy afortunada por tenerles en mi vida y por haber compartido con ellos un momento tan importante en su historia. Por ello, gracias otra vez a los dos y que la vida os siga regalando instantes tan preciosos como el que vivimos hace poco más de 48 horas.

Por otro lado, no quiero concluir estas líneas sin hacer referencia al “factor sorpresa”. No sé si os ha pasado alguna vez…estáis tranquilamente sentados hablando con alguien cuando de repente entra por la puerta la persona que menos esperas y que más deseas que lo haga. Entonces te tiemblan las piernas aun estando sentada, tu cara es un poema y tu cerebro tiene un error 404. No sabe ni por dónde empezar a buscar para que el sistema funcione. Entonces un subidón de adrenalina te obliga a reaccionar y comienzas a sentirte tonta, afortunada, feliz, sorprendida…en realidad no sabría ni en qué orden colocar tanto adjetivo. El caso es que algo en tu rutina cambia, te sacude y te saca una sonrisa. Y sabes que siete meses atrás elegiste el camino correcto, que a pesar de los miedos iniciales mereció la pena confiar y arriesgarse y que aquello fue la mejor decisión de tu vida.

[El mar estaba en calma, como aquel momento que parecía flotar en el tiempo. Ella se giró para observar con curiosidad aquel verde intenso que brillaba conjuntamente con el sol. Y no…nada tenía que ver con el mar.]


Siempre,

Dai*

P.D: Dedicado a Mar y Edu (enhorabuena y gracias mil veces más). Y también a mi compañero de vida, porque sabes ponerle a cada día el color adecuado y la banda sonora perfecta.

[Suena: Guns and Roses - "Sweet child o'mine"]

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