Recuerdos y lluvia nostálgica

Saber que es verano y a pesar de ello que el cielo regale días así hace que valore momentos como este (escribiendo junto a la ventana, observando a lo lejos las islas cubiertas por una capa de niebla que se vuelve más espesa conforme se acerca a los faros).

Es un día gris pero muy luminoso, el mar juega inquieto haciendo espuma en la orilla y una fina lluvia acaricia cada rincón de esta tierra, que siempre he considerado tan mágica. Siento una tranquilidad casi inefable, una paz interior que hasta podría tocarse con la yema de los dedos.

Es curioso tener dos hogares separados, cada uno en una punta del país, y a la vez sentirme parte de ambos con tanta intensidad. Desde aquí, no puedo evitar pensar en toda la gente que he dejado al otro lado de forma temporal (porque a pesar de las distancias, siempre llevo conmigo a todas aquellas personas a las que adoro y que forman parte de mi vida).

Me siento muy afortunada por todo esto, por mis hogares, por mi gente, por los momentos especiales…y al mismo tiempo sigo conservando la ilusión, una chispa de inocencia y la firme convicción de que cuando regrese, la vida seguirá sorprendiéndome como lo ha hecho hasta ahora.

Pensar en positivo, miradas optimistas, sonrisas llenas de alegría, buenos deseos para todos los que nos importan y recordar a los nuestros cada día que les queremos. Que todo ello sea una constante, una manera de vivir, porque si algo he aprendido con el paso de los años es que el amor sigue siendo el motor del mundo (en todas sus facetas).

[Y dijo ella: “¡Para que veas! Nunca sabes lo que va a pasar”]

Siempre,

Day*

P.D: Echando de menos (reflexión y pensamiento crítico).

[Suena: Sugarcult-Memory]

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