Psicología de lunes y mundos alternativos

Como cualquier otro lunes, sin nada de especial ni fuera de lo común (vamos, totalmente diferente). La cama me llama y un libro me espera junto a la almohada. Pongamos, por ejemplo, que dicho libro se titula “el psicólogo chiflado”. Un paciente acude a su consulta diciendo que “oye voces que le dicen cosas” y que no sabe cómo hacer que se callen. El psicólogo le dice con total y absoluta ironía que debería de plantearse la posibilidad de abandonar este mundo, eso sí, de una manera elegante y extravagante: a escobazo limpio. Entrañable. Sí, lo sé, nada de lo escrito en el párrafo anterior tiene sentido (salvo que mi cama me llama y es bastante probable que lea antes de dormir). ¿Y qué? A veces la vida se trata de eso, de que no todo tenga sentido pleno. Para eso estamos nosotros, para darle sentido al sin-sentido. Y después de esta entrada poco racional y por la que, es casi seguro, me caerán varias críticas, me dispongo a meterme en la cama deseándoos las buenas noches y dulce...