Pensamientos tras mis labios

Después de tanto tiempo, el cielo ha decidido regalarnos un poco del encanto del otoño en forma de lluvia. La echaba de menos, incluso la inspiración que me trae consigo. [Y dijo ella: “No es verdad… ¡no estoy seria! Mira.” – y sonrió mirándolo a los ojos] Puede que sea cosa del viento, que hoy nos obliga a abrigarnos. Puede que sea el cielo gris, que nos recuerda que no todos los días son perfectos (aunque todo depende del cristal con que se mire). Puede que sea el asfalto mojado, que se presenta como una premonición de las dificultades del camino (pero no por ello voy a dejar de transitarlo). [Y dijo él: “Venga, anímate”] No me importan los días grises que tengan que venir, porque después de todo he aprendido que existe una escala de grises y que debe considerarse como tal. Lo importante es ser consciente de que está ahí y de que tiene mucho valor si consigues apreciar los matices. [Y ella pensó mientras canturreaba una canción: “… Por él sería capaz de prende...