Con ritmo propio

Cuando no puedes evitar canturrear en todas partes (aunque la gente te mire de manera extraña), tus pies cobran vida propia y deciden no hacerte caso mientras bailan en cualquier lugar, y se unen tus brazos, tu cadera, tu cabeza…al final todo tu cuerpo se rebela y baila, y sonríes…te sientes tan bien que crees que nada ni nadie puede pararte, porque tienes tanta energía dentro de ti que sólo puedes contagiar a los demás de esa alegría y de ese halo de magia que no puedes controlar.

No puedo evitar cantar, bailar y sonreír, porque es parte de mí, de lo que soy. Después de tanto tiempo estando dormidas todas estas cosas, se han despertado para recordarme quien soy, porque lamentablemente lo había olvidado.

Darme cuenta de todo esto y a la vez seguir aprendiendo todos los días me hacen disfrutar más y más de la vida, en especial de los pequeños momentos de felicidad. Esos instantes en los que sientes que te escapas del mundo, que eres capaz de hacer cualquier cosa, instantes que te recuerdan lo maravillosa que es la vida.

[Y dijo ella: “Reconocer las cosas es el primer paso”]

Siempre,

Day*

P.D: Dedicado a los que cantan, bailan y sonríen cada día :) [y a los que nos hacen sonreír]

[Suena: Sum 41- Summer]

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