Tranquilidad Nerviosa

A todos nos gusta que nos mimen, en mayor o menor medida. Cada uno a su manera, desde un abrazo largo y cálido o un beso en la frente hasta un golpecito insignificante en la espalda. Como siempre, hay de todo y para todos los gustos.

No soy de caprichos, pero hoy se me antoja una caricia que me erice la piel, un susurro nada inocente en la situación más rocambolesca o sentir una respiración en el cuello que me incite a romper esquemas.

Pensad lo que queráis, porque en este momento no me importa nada. Tengo una mente ansiosa de tantas cosas que últimamente no contiene pensamientos ni palabras. Los muros de contención se convirtieron en paredes de papel de seda. Y es que cuando uno se siente bien, parece que no necesita nada más que fluir y mostrarse tal y como es de la forma más natural.

Pequeños placeres de la vida…

[Era uno de esos buenos momentos y sentía que podía comerse el mundo. No tenía intención de dejar pasar ni un instante sin hacer lo que quería hacer. Ella estaba en uno de esos maravillosos períodos de la vida inundados de una especial tranquilidad nerviosa. Y pensó ella: “Bueno, en tus manos está cerrarme la boca”.]

Siempre, 

Day* 

P.D: Debe ser la luna llena, o el calor o vete tú a saber. Dedicado a los que disfrutan de esos pequeños placeres, de los mimos y de lo bueno en general. [Y gracias al señorito "D" por prestarme el título ;)]

[Suena: Muse / Michael Bublé - Feeling Good ]

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