Minutos que dan alas
Cuando te falta tiempo
es cuando más lo valoras. Así somos las personas, que parece que tenemos que
sentir la ausencia de algo para darle el valor que se merece o simplemente para
recordar lo importante que era y echarlo en falta.
Ahora mismo necesito un
parón, un paréntesis, un inciso para hacer de las mías. Será que últimamente
tengo una tormenta tropical de buenas ideas que me apetece llevar a cabo y por
eso me siento tan bien y con ganas de emprender (cosas varias, varias cosas).
En este instante se me
antoja un paseo tranquilo por aquellos lugares distantes, cruzando un puente de
madera, con el mar tan cerca que pueda escuchar su rumor y árboles que sean
testigos silenciosos de mis pasos. ¿Está bien? Sí, por supuesto. Sólo que no
ahora mismo (conformándome con los minutos que dan alas para volar).
[Cansada y con el sueño
zumbándole en la oreja. Le iban a faltar horas, estaba segura. Lo sabía, pero
no le importaba. Y dijo ella: “Una noche más, duerme tú por mí”]
Comentarios
Publicar un comentario