Cosas inolvidables [París. Primera parte]

Dicen que París es “la ciudad del amor”. En mi opinión, creo que es injusto calificar a París únicamente con esa etiqueta, porque si algo he aprendido es estos días fugaces ha sido que tiene unas calles concurridas, con barrios bohemios, gente de todas partes, una gastronomía deliciosa, un gran carácter monumental y ahora puedo añadir que también tiene muchos recuerdos (recuerdos que he dejado para ella y recuerdos que me llevo).

He vivido en primera persona tantas emociones intensas que si cierro los ojos aún puedo escuchar en la lejanía las bandas de jazz que había en las calles, el murmullo de los niños, la conversaciones en mil idiomas de la gente, el ir y venir de los coches y las risas de mis amigos y mi familia.

Ha sido un regalo de una de las personas más importantes en mi vida, un regalo que jamás olvidaré y que me faltarán años de vida para agradecer. Y no sólo porque he conocido una gran ciudad y he vuelto a ser niña cumpliendo ilusiones de infancia con orejitas de ratón, sino porque he compartido uno de los mejores viajes con gente a la que adoro y que sólo se merecen cosas buenas (vosotros sabéis quienes sois, os quiero muchísimo).

No podría terminar estas líneas sin mencionar que a pesar de que ha sido breve, para mí es un viaje inolvidable por todo lo que vi, lo que viví y lo que sentí. Qué maravillosa es la amistad verdadera, el cariño de la familia, los buenos días y las buenas noches.

[Era como uno de esos contrastes que nos parecen tan básicos y sencillos: a veces amargo como el limón y otras dulce como el caramelo. En ocasiones intenso como el fuego y de repente escalofriante como hielo deslizándose cuello abajo. Lo que ella siempre recordaría, eran aquellos momentos…esos en los que el despertar se volvía el mejor momento del día, junto con el de irse a domir.]

Siempre, 

Day* 

P.D: Dedicado a mi querida Zazu, al estupendo Aitor, a Sandra (mi compañera de aventuras) y a mis adorados primos. Habéis hecho que este viaje haya sido mágico. Y no se me olvida una mención especial para mi inspiración nocturna, por las palabras, las canciones y las buenas noches.

[Suena: The Fray - You found me]

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