Tantas ganas como miedo
A veces sólo hace falta un gesto para que
comience a escribirse una historia. Algo discreto, casi imperceptible a la vista,
pero intenso y especial en su esencia.
A veces sólo hace falta una mirada tan
cercana que no deja pasar el aire para decidir dar un paso o retroceder. Ver
más allá de los ojos, vernos reflejados en los del otro, como si no hiciese
falta decir absolutamente nada porque ya está todo dicho.
[Y dijo él: “¡Deja de espiarme!”]
A veces sólo hace falta un abrazo para darte
cuenta de lo bien que te sientes, de la existencia de las conexiones
inexplicables y mágicas. Los brazos que parecen envolverte para que no te
marches, que a su vez te dan la libertad que necesitas y que te llenan de calma.
[Y dijo ella: “Tengo buena memoria”]
A veces sólo hace falta una caricia en la
mano, en el pelo, en la mejilla…para entender que lo que no creías posible,
puede suceder. No importa el tiempo que tarde, porque por mucho que pase el
propio tiempo, hay cosas que no se olvidan y que piden en silencio la
oportunidad de ser escuchadas.
[Y dijo él: “Yo también me acuerdo”]
“A
veces sólo hace falta un instante para escaparse del mundo”…y a veces sólo hace
falta un instante para que cambie todo tu mundo.
P.D: Como decía una frase en un muro "lo imposible solo tarda un poco más". Dedicado a todos aquellos que creen en los imposibles.
[Suena: Muse - Time is running out]
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