De lo mundano y lo espontáneo

Decisiones espontáneas: a veces una locura y otras un acierto. Y en determinados casos un poco de ambas cosas. Es lo que algunos denominan el “dejarse llevar”. Personalmente he tomado unas cuantas de esas decisiones espontáneas últimamente y creo que no ha ido tan mal.

El conseguir elegir una opción o escoger un camino puede ser lo que marque la diferencia en nuestra vida. Porque a fin de cuentas la vida es eso…una elección constante (no es necesario que especifique que algunas decisiones conllevan más tiempo que otras, como es obvio todos tenemos experiencia al respecto).

La cuestión es saber decidirnos dependiendo de la urgencia de las cosas que queremos, necesitamos o simplemente surgen. En ocasiones podemos tener la sensación de estar atrapados en una habitación, sin saber exactamente cómo salir de ahí. Pero de repente y por causas diversas podemos sentir la necesidad de hacer algo, de dar un paso, de ir más allá. En definitiva, de ser nosotros mismos llevando las riendas de nuestra vida sintiéndonos libres (y decidimos salir de esa habitación opresiva).

Y así es como deberíamos sentirnos: libres de elegir y vivir nuestra vida a nuestra manera, sintiéndonos bien con nosotros mismos, con los demás y con nuestras decisiones (sean o no espontáneas).

[Ella estaba sentada en aquel banco junto al estanque mientras leía. La tranquilidad de ese momento era el placer mundano de aquella atípica tarde cálida de noviembre. Levantó la mirada para ver las aves pasar frente a sus ojos aterrizando sobre el agua. Puede que fuera el augurio de un invierno diferente.]

Siempre, 

Day*

P.D: Dedicado a los que toman decisiones espontáneas y a los que disfrutan de la lectura al aire libre.

[Suena: Fall out boy - Thanks for the memories]

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