Llegando al final


Cuando llegan esta época de fiestas, llegan también consigo los momentos de reflexión personal profunda y de balance de las cosas que estamos viviendo y que hemos vivido.

En mi caso, solo puedo deciros que me siento en un punto intermedio un poco confuso e incierto. Pero a su vez, debo confesar que ha sido un período de aprendizaje constante, un tiempo de cultivar una fortaleza desconocida. Será cosa de hacerse mayor (que en algunos casos trae consigo un poco más de sabiduría).

Para los días que quedan antes de que concluya el año, no tengo ningún plan que seguir ni ninguna organización que me quite libertad para hacer lo que quiera (sí, aunque parezca mentira, por primera vez no soy organizada en esto como algunas personas pensaban). 

Personalmente, creo que no hace falta un momento concreto en el año para plantearse cuestiones personales profundas, porque el hecho de reflexionar nos ayuda a evolucionar. Sin embargo, los días de fiesta y vacaciones son una excusa perfecta para pensar en ello y tomar decisiones que llevamos posponiendo demasiado tiempo. A todos los que leáis esto, espero que podáis solucionar las cosas pendientes y os deseo toda la suerte del mundo al emprender nuevos proyectos o al empezar a andar nuevos caminos.

[Ella caminó calle abajo con la mirada clavada en lo que tenía delante. Necesitaba encontrar las palabras, las comas, los puntos suspensivos o el punto final para concluir ese capítulo que se resistía a terminar]

Siempre,

Day*

P.D: Dedicado a los que todavía tienen la oportunidad de marcar la diferencia antes de que las campanadas de medianoche del día 31 suenen en todos los rincones de la ciudad.

[Suena: Papa Roach - Silence is the enemy ]

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